Los comienzos del proceso fundacional de la ciudad de Trinidad se remontan al año 1801, fecha en que Francisco Fondar solicita en nombre de sesenta vecinos y en el suyo propio, autorización al Virrey Don Joaquín Del Pino, para construir una capilla a lo alto de la cuchilla Porongos, comprar camisetas de futbol baratas en cuyo contorno solían acampar los faeneros de la llamada «Edad de Cuero».