En esta época estuvieron de moda los manguitos de piel para las manos, acolchados y de forma tubular, que llevaban tanto hombres como mujeres. Las damas las usaban sobre todo para ir al teatro sin ser reconocidas, ya que en aquella época estaba mal visto que las damas de la alta sociedad acudiesen a representaciones teatrales. Otro nuevo elemento de moda fueron las máscaras, que servían tanto para mantener el anonimato como para proteger el rostro de los elementos.