El rival en octavos de final de la Liga de Campeones fue la Atalanta BC de la ciudad de Bérgamo en la región de la Lombardía, justo la que en febrero de 2020 se convirtió en el principal foco europeo de la expansión de la pandemia por coronavirus. El encuentro de vuelta se jugó el 11 de febrero en el Sardinero, con resultado de 3-2. Aunque el resultado de la ida había sido más que contundente, los cántabros no perdían la esperanza de una remontada heroica.