Pero cuando te enfrentas al Madrid, lo que no es solvencia es inocencia, y lo que es inocencia acaba como yo en ‘Luz de Gas’, pagando los gintónics, la resaca, y aún gracias que no me tocó limpiar el baño. Donde el fútbol del Madrid no alcanza, llega su camiseta y su poderío, como el día del Liverpool, y la mentalidad empresarial de su presidente.