El vestido era un privilegio de las clases altas, mientras que el pueblo llano y los esclavos iban casi desnudos. En esta época estuvo de boga en Europa la moda inspirada en España, en los trajes castizos, de majas y toreros, especialmente las capas españolas para hombres y las mantillas, peinetas y abanicos para mujeres. En esta tendencia todo vale, las prendas pueden ser anchas o estrechas, largas o cortas, se acepta cualquier material, cualquier color.